Un banco corrido es un tipo de asiento alargado y fijo —generalmente adosado a una pared— que permite sentar a varias personas sin interrupciones. A diferencia de las sillas individuales, este formato continuo optimiza el espacio, mejora la circulación y crea un ambiente más acogedor y social.
¿Por qué se ha vuelto tan popular en la hostelería moderna?
- Aprovechamiento del espacio
Los bancos corridos permiten distribuir más comensales sin recargar el local con mobiliario. Son ideales para espacios reducidos o con necesidad de optimizar aforos. - Estética minimalista y uniforme
Aportan un estilo limpio y moderno. Integrados con madera, crean una sensación de calidez que eleva la experiencia del cliente. - Comodidad y funcionalidad
Ofrecen estabilidad y, si se complementan con cojines o tapizados, también gran confort. Facilitan la interacción entre grupos. - Versatilidad en el diseño
Pueden personalizarse en forma, longitud, respaldo y acabados. Son compatibles con distintas mesas: redondas, rectangulares o abatibles.
¿Dónde se recomienda usar bancos corridos?
- En restaurantes familiares o casuales.
- En cafés modernos o brunch spots.
- En bares con mesas altas y bajas.
- En terrazas cubiertas, donde el banco corrido puede ser un elemento fijo decorativo y útil.
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